Es muy importante que las empresas reconozcan que cada vez es más importante entender los gustos, preferencias y hábitos de consumo de los clientes. No solo porque se conseguirán consumidores más leales que estén dispuestos a comprar más y con mayor frecuencia, sino también porque existe el Efecto Látigo, el cual afectará drásticamente a los costos tanto de la empresa como de sus proveedores, lo que impide maximizar utilidades.
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Básicamente el Efecto Látigo toma su nombre porque así es como sucede cuando se usa un látigo, un efecto aparentemente pequeño en un lado de la cadena de suministro irá generando efectos cada vez más grandes entre más participantes existan en esta cadena de producción. Un ejemplo de esto es: supongamos que existe una empresa que vende televisores, esta empresa quiere tener un inventario de 10 unidades aunque sabe que probablemente sólo venderá 8 de las 10. El negocio decide pedir más “por si acaso” o como dirían en inglés “just in case”. El proveedor que vende los televisores a dicha empresa sabe que cada 15 días esta pedirá los 10 televisores, sin embargo, ellos deciden producir 15 televisores para cubrir la demanda de la empresa y tener otro colchón que les permita anticiparse a crecimientos de dicha demanda. Para poder cubrir esta producción, la empresa que fabrica televisores pedirá suficientes componentes a su proveedor como para construir 20 televisores para prevenir que existan componentes defectuosos.
Como hemos visto en este ejemplo, parece bastante lógico este comportamiento porque las empresas no saben cómo se comportará la demanda y deben prevenir para que no tengan sorpresas y no queden mal con sus consumidores. Lo malo de este pensamiento es que cada uno de los involucrados en la cadena está gastando más de lo que normalmente venden. Estos gastos y costos reducirán la utilidad y entre más proveedores estén involucrados mayor será el efecto negativo. La primera empresa estará pidiendo 2 televisiones extras, mientras que el último vendedor estará fabricando componentes para 10 televisores extras. Si en algún momento se descontinuaran dichas televisores o llegara una nueva tecnología, el efecto para el último proveedor sería muy prejudicial.
Es por ello, que se sugiere que exista buena comunicación entre las empresas que forman parte de una cadena de suministro o producción, ya que entre más información de la demanda tenga el inicio de la cadena, mejor se podrá adaptar la producción de componentes, el armado y la creación de estrategias para mejorar la rotación del producto y/o servicio. Recordemos que si los proveedores producen más eficientemente también ayudará a reducir los costos del producto final, lo que permitirá llegar a precios más competitivos. Básicamente las recomendaciones que se debe seguir para reducir el Efecto Látigo son tanto:
MEJORAR LA COMUNICACIÓN con los proveedores para que ENTIENDAN EL COMPORTAMIENTO de la industria, mercado y Proceso de Compra del consumidores. Así los proveedores tendrán información útil sobre los costos de los materiales, en que épocas son más costosos o cuánto tiempo se tardan en producir los producto; los consumidores aportarán información sobre sus hábitos de consumo, volumen de compra, frecuencia y cualquier otra variable que permita que la cadena de suministro se haga más eficiente, baje costos, le permita producir más rápido o dejará de producir en épocas donde no se vende el producto.
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